En las últimas sesiones de concejo quedó documentado un trato calificado como inhumano: pese a su estado de salud crítico y reservado, la administración de la alcaldesa Nancy Vizurraga le denegó hasta en tres ocasiones el permiso para sesionar virtualmente.
La regidora de San Isidro, María del Rosario Fernández Revoredo falleció, según anunciaron sus familiares. Este sensible fallecimiento sucede en medio del malestar generado por la administración de la alcaldesa Nancy Vizurraga a quien siempre acusaron de maltratar a la difunta en su labor fiscalizadora.
El fallecimiento ha puesto en evidencia la tensa relación y la falta de empatía de la alcaldesa Nancy Vizurraga. Aunque la municipalidad emitió comunicados oficiales y condolencias en redes sociales, la familia de la difunta regidora rechazó de forma tajante el arreglo floral enviado por la autoridad edil.
Este desplante responde al maltrato sistemático que Fernández habría recibido durante meses, un tema que ha generado una fuerte polémica y rechazo en las redes sociales hacia la alcaldesa.
Maltrato pese a salud delicada
La labor de la arquitecta Fernández fue reconocida por los vecinos como rigurosa, lo que generó una confrontación directa con Vizurraga, a quien siempre le denunció las deficiencias en su gestión.
Pese a su estado de salud crítico y reservado, la administración de Vizurraga le denegó hasta en tres ocasiones el permiso para sesionar virtualmente. La regidora buscaba cumplir con sus responsabilidades hacia los vecinos sin arriesgar su vida, pero la gestión le cerró las puertas.
Uno de los episodios que genera mayor indignación fue cuando denunció que se le impidió el ingreso a una sesión de concejo, bajo el argumento de que "no figuraba como regidora". Este incidente la dejó expuesta al frío y le causó un profundo daño emocional en un momento de vulnerabilidad física, según indicó en una sesión del consejo edil.
Retirada de la Comisión de Fiscalización de Áreas Verdes
Otra de las denuncias de Fernández fue su retiro abrupto de la Comisión Fiscalizadora de Áreas Verdes tras señalar el descuido de los parques del distrito. Además, la alcaldeza habría sido denunciada públicamente por hostigamiento contra los regidores que ejercían su labor de control
Ahora, con la partida de María del Rosario Fernández, el distrito pierde una voz clave en la vigilancia municipal. Las condolencias de la alcaldesa han sido consideradas insuficientes por los allegados de la regidora, quienes sostienen que los gestos protocolares no reparan el maltrato hacia una mujer que cumplió con su cargo hasta el último aliento.
